jueves, 17 de abril de 2008

La victoria del video

La Teoría de la Dependencia habría tenido un efecto corrosivo para impedir que el capitalismo entrara con fuerza en los países latinoamericanos. Entendiendo a la Teoría de la Dependencia como un aporte neomarxista de la región. El principal autor sería el economista argentino Raúl Prebisch, el cual básicamente planteaba que el lento crecimiento de países del tercer mundo era resultado de un orden económico mundial, en el cual las economías de los países más grandes y avanzados han satisfecho y han cubierto las principales necesidades en términos de productos manufacturados, quedándoles al resto de los países, en particular los del Tercer Mundo, solamente la de exportar materias primas. Este las dejaba en un estado de permanente de desarrollo dependiente. La riqueza del norte se hallaba pues ligada a la pobreza del sur.

Señalaba Prebisch que el desarrollo tardío condenaba a un país a un retraso perpetuo, ya que este debía regirse por la manera como funcionaban los mercados mundiales más avanzados obligando a los países del tercer mundo, como decíamos, a exportar productos con bajo grado de procesamiento. El mercado del norte había copado las necesidades con bienes manufacturados, más refinados como automóviles y aviones.

La Teoría de la Dependencia irremediablemente tuvo que ser descartada por un fenómeno que se fue dando en el sudeste asiático en el periodo de post guerra.

El autor se plantea la pregunta de por qué no ha triunfado el desarrollo el capitalismo y se centra en el caso de Latinoamérica. Plantea algunos mecanismos a la base.

Por una parte la variable cultural. Es decir, ciertas prácticas, ciertas creencias que harían que el capitalismo no surja. Indica que más adelante se explayara más sobre este punto.

Lo segundo dice que es una explicación política. Señala que habría una profunda tradición mercantilista local y los sectores estatales, bajo la consigna de la justicia social penetran en todas partes. La idea de un control centralizado de la economía, que queda en manos del Estado y no de los privados y que sería una herencia de la colonia española, que utilizaba el mecanismo del mercantilismo propiamente tal para administrar su territorio en ultramar. Este en buena parte consistía en la extracción y exportación de materias primas de las colonias para la Corona. Posteriormente esta practica se habría reproducido más allá de la existencia del Imperio, replicándose en cada uno de los Estados, esto es, dando facilidades a la aristocracia precisamente para que pudieran mantener sus regalías. Terratenientes generalmente europeos más ociosas, que clase media trabajadora que ya habían aparecido en Inglaterra y en Francia.

Tanto la derecha como la izquierda habrían actuado en consenso respecto a que era importante la intervención del gobierno en los asuntos económicos, lo cual hicieron que inflarán al sector público o recargaran con reglamentaciones al mundo privado. Cita el novelista Mario Vargas Llosa cuando afirma que el liberalismo nunca ha existido en Latinoamérica, lo que se ha dado es una forma de mercantilismo. Se ha dado indica "un Estado burocratizado, pletórico de leyes, que considera la redistribución de la riqueza nacional más importante que la producción de riqueza".

A propósito de la defensa del Capitalismo frente a este neo mercantilismo latinoamericano Fukuyama plantea algunas ideas acerca de qué es lo que plantea el Capitalismo en su visión: Romper las viejas estructuras estatales o reglamentos y burocracias, minar la riqueza, privilegio y posición de las viejas clases sociales, forzándolas a participar en la competencia internacional y liberar las energías creadoras de la sociedad civil.

Para concluir, tanto en el primer como en el tercer mundo los mercados globales se enlazan. Esta perspectiva es tremendamente homogeneizante, es capaz de vincular a distintas sociedades y de "crear decisiones y prácticas paralelas en las sociedades más diversas". Eso si dice, "es muy importante que se adopten los principios del Liberalismo Económico".

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